En el siglo XV, los monarcas de la Casa de Austria construyeron un alcázar gótico en la zona de la alcazaba. El antiguo alcázar se incendió en 1734 y sobre su solar los Borbones alzaron el actual Palacio Real. Toda esta zona de Madrid fue denominada como “Madrid de los Austrias”. La nobleza construía sus palacetes alrededor para vivir en la Corte. Ya en el siglo XVII se construyó la Puerta del Sol y la Plaza Mayor, dos de los puntos neurálgicos de la ciudad.
Puerta del sol
Antiguamente se trataba del acceso oriental de la ciudad, custodiado por una puerta y una fortaleza. Numerosos escritores del Siglo de Oro hacen referencia a las gradas de San Felipe, llamadas el “mentidero de la Villa”, en la esquina de la actual calle Mayor. Actualmente, tiene forma de media luna. La Casa de Correos que preside la plaza fue construida por Ventura Rodríguez por orden de Carlos III en 1760.
Palacio real y catedral de la Almudena
En este lugar se enclavó el antiguo alcázar gótico, incendiado en 1734. Felipe V fue el rey que encargó su construcción. La decoración palaciega refleja el gusto de Carlos III y Carlos IV. El último monarca que residió fue Alfonso XIII. La fachada de la Catedral de la Almudena se integra en el Palacio Real formando un conjunto arquitectónico único.
Gran vía
Hoy en día es una de las principales arterias de Madrid. Fue inaugurada en 1910. Esta calle contiene construcciones muy emblemáticas como el edificio Metrópolis, en el nº 7, obra de Eduardo Reynals, principal representante del denominado “estilo español”.
Plaza mayor
Plaza porticada del siglo XVII formada por edificios de tres plantas. Durante siglos ha sido lugar de reunión, se organizaban corridas de toros, fiestas o juicios de la Santa Inquisición. En ella fue ejecutado Rodrigo Calderón, secretario de Felipe III. Uno de sus atractivos son los restaurantes que se sitúan bajo los soportales. Preside la plaza una estatua ecuestre de Felipe III.